Ahora que se acercan las elecciones autonómicas y se atisba ya el fin de la legislatura, convendría hacer memoria de las promesas olvidadas y los desatinos de la política energética con la cogeneración, porque han ido en contra de la reindustrialización y el empleo. El balance de la reforma energética 2012-2014 para la cogeneración es pésimo: caída histórica de la producción más del 20%, 250 instalaciones paradas y un horizonte de cierre gradual del sector.