No ha habido Gobierno español en democracia que no se haya tenido que enfrentar duramente contra las grandes compañías eléctricas. Desde Felipe González con su moratoria nuclear hasta Rajoy por su hachazo a las renovables. Ahora, le toca el turno a Sánchez. Todo indicaba que las compañías eléctricas eran los nuevos aliados del Gobierno en la transición energética, en este proceso de descarbonización y electrificación de la economía.