La medida que el Gobierno aprobará para recortar beneficios, o más bien aumentar costes, de las centrales hidroeléctricas y nucleares puede tener consecuencias indeseadas a medio y largo plazo. Según AleaSoft, un cambio regulatorio de este calado hará aumentar la preocupación entre los inversores por la inseguridad que generará y podría poner en peligro las inversiones necesarias para la transición energética.