El Gobierno quiere “poner en el centro de la acción política” la lucha contra el cambio climático y la transición energética para “construir el futuro” mediante un plan que prevé la “neutralidad” de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2050 con pasos previos que incluyen la descarbonización de los edificios de aquí a 2030, la prohibición de circular a los vehículos que emitan CO2 en 2050 y una economía descarbonizada al 90%.