Ayer comenzó la asignación del servicio de interrumpibilidad, un sistema que para expertos como Jorge Morales de Labra podría ser la última vez que se celebra, ya que la Comisión Europea está investigando a varios países, entre ellos España, por los pagos por capacidad a determinadas compañías energéticas nacionales, entre los que se encontraría este mecanismo. De momento, el Gobierno ha cambiado su periodicidad de un año a cinco meses. La CNMC también ha llamado la atención sobre sus costes, que triplican las del gas y electricidad.